Gato Birmano

El patrón Birmano consiste en puntos oscuros como en el Siamés pero con "guantes blancos" en las garras, los cuales en las patas delanteras terminan en una línea regular que cruza la garra en o antes del ángulo que forma ésta con la pata; en las traseras cubren toda la garras y se estrechan hacia arriba y por detrás de la pata sin pasar del corvejón.

El pelaje de color foca original es un beige claro de matiz dorado, y el estándar de la ACG requiere un "bruma dorada" en el lomo y los costados de los pelajes azul, chocolate y lila además (la variedad de su gama de color).
Cuerpo: Grande y corpulento; gruesas patas de largo medianocon grandes garras redondas; la cola de largo mediano.
Cabeza: De cráneo amplio y redondeado, nariz mediana con una leve depresión, algo convexa; orejas de altura media, casi tan anchas como largas, con bastante espacio entre ellas.
Ojos: Casi redondos, muy separados entre sí; de color azul, mejor si es intenso.
Pelaje: De mediano a largo sedoso y sin marañas, con un collar tupido y pequeños rulos en el vientre, corto en la cara pero más largo en el borde exterior de las mejillas.
Colores: Puntos uniformes en foca, azul, chocolate, lila, rojizo y crema y variaciones atigradas.
Birmano, un refinado felino de guantes blancos. Cuenta una leyenda que en las laderas del Monte Lugh (Birmania), vivía un monje llamado Mun Ha, que dedicaba todo su tiempo a la adoración de la diosa Tsun Kyan Kse, encargada de la trasmigración de las almas.
En un ataque al templo de la diosa, el monje resulta herido y muere bajo sus pies, pero en ese momento Sinh, su incondicional gato, que siempre le acompañaba, se posa sobre su cuerpo para permitir la trasmigración del alma de Mun Ha. Al margen de esta bonita historia, son muchas las teorías que se barajan sobre el origen del gato birmano. Una de las más comunes es aquella que señala a Francia como cuna de su procedencia por medio de varios cruces. Por otro lado, la difundida leyenda explica la llegada a Europa del felino gracias al general inglés Gordon Russell. Sus tropas observaron a los gatos cerca del templo dedicado a Tsun Kyan Kse y el militar fue obsequiado con una pareja. Sólo la hembra, de nombre Sita, sobrevivió al viaje, pero la suerte quiso que estuviera preñada.
Russell los aceptó como regalo de los monjes por haberlos defendido de un saqueo al templo; pero crea cierta duda si tenemos en cuenta que al ser considerados gatos sagrados no podían salir del territorio birmano. Es así como la raza conseguiría instalarse en el continente europeo. El país galo la reconocería oficialmente en el año 1920. .